jueves, 29 de abril de 2010

Guillotinas de asfalto.

Por diversas razones con frecuencia viajo a diferentes lugares de Venezuela (el amor, la familia, distracción o diligencias) y casi siempre lo hago por carreteras, pues además de permitirme disfrutar de los bellísimos paisajes que tenemos en nuestro país, el costo de los pasajes aéreos se ha hecho inalcanzable para el ciudadano común.
Nosotros, a diferencia de otros países suramericanos, tenemos una red vial importante y podemos trasladarnos por autopistas y carreteras a diferentes lugares de nuestro territorio nacional tomando diversas direcciones. Y perdonen que insista, son innumerables los paisajes hermosos y variados que conseguimos en cualquier recorrido.
El Cuerpo Técnico de Vigilancia de Tránsito y Transporte Terrestre (CTVTTT) cataloga como la quinta causa de muerte en el país las ocurridas por accidentes de tránsito, en los primeros lugares, según el Ministerio de Salud, están las enfermedades cardiovasculares, cáncer, suicidios y diabetes. Suena realmente terrible, pues un gran número de los fallecidos oscilan entre los 15 y 44 años y estas muertes o las lesiones sufridas en accidentes de tránsito causan problemas psicológicos, afectan a las familias, dejan niños huérfanos, entre otras consecuencias que indudablemente acarrean un problema social. Por otra parte, se estiman pérdidas materiales de 600 millones de dólares.
Según el CTVTTT, el 96% de los accidentes ocurren por fallas humanas del conductor o peatón y las prioriza en el siguiente orden:
1. Imprudencia al conducir
2. Exceso de velocidad
3. Ingesta de alcohol o drogas
4. Deficiencias en las vías
5. Fallas mecánicas de los vehículos
El 4% restante ¿a qué causa se lo adjudicarán?
Definitivamente las cinco razones listadas son responsabilidad de las personas, y no dudo de la experticia de los encargados de ordenarlas de esa forma, sin embargo considero que se le está dando poco protagonismo al mal estado de nuestras carreteras y autopistas.
Pese a las riquezas y ese desarrollo vial que otrora veníamos logrando, el deterioro de las autopistas y carreteras es importante, a tal punto que de manera empírica, me atrevo a afirmar que gran número de los accidentes de tránsito son ocasionados por las deficiencias de la vialidad.
Los huecos en el asfalto que llegan a ser de gran magnitud y en muchos casos muy seguidos unos de otros son una sorpresa desagradable para cualquier conductor, más aún cuando le toca transitar de noche. Pero en cualquiera de los casos, ofrecen un obstáculo incómodo y peligroso, retrasan al viajero, lastiman los autos, induce a choferes irresponsables, en la mayoría de los casos con vehículos grandes, a apoderarse de la mejor parte de la vía provocando que otros carros se salgan de ella. Caer sorpresivamente en uno de estos cráteres puede ocasionar un terrible volcamiento con consecuencias lamentables. No son inventos, algunos ejemplos son las profundidades continuas en la carretera entre Valle de la Pascua y Santa María de Ipire, el trecho entre Dos Caminos y Tinaco, entre otros. Cualquier similitud con la Luna es pura coincidencia.
Pero no es solo lo irregular del asfalto, en muchas carreteras las señalizaciones están ausentes en su totalidad. Me refiero especialmente al rayado, ojos de gato, iluminación. En la autopista regional del centro, en la zona de Paracotos hay un ejemplo claro de ello, lo cual ocasiona una pésima visibilidad nocturna así como la falta de orientación y esto tiene, al menos, dos años de esa manera.
Otro problema que no puedo dejar de mencionar es la ineficiencia traducida en la demora que presentan generalmente las reparaciones que realizan en las carreteras. Raspan el asfalto para repavimentar y es dejado así por meses (pueden ser hasta años) causando inestabilidad a los vehículos y por supuesto la carencia del rayado e iluminación de la calzada con los ojos de gato.
Todas estas irregularidades de la vialidad las he experimentado y al hacerlo, siempre en mi mente surge la preocupación de cuán peligroso es transitar por esas guillotinas ocultas que no entran en las estadísticas reales de los tantos accidentes de tránsito que ocurren en nuestro país.
Ojalá asignemos a empresas responsables la construcción y reparación de la vialidad del país, se inviertan los recursos necesarios, se supervisen las obras honestamente y no se desvíen los recursos para que podamos disfrutar de manera segura nuestro hermoso país.

De nuevo aquí!!


La creación de este espacio tiene su motivación en compartir reflexiones personales y pasiones fuera del ámbito académico en el que me desenvuelvo. Lo tenía abandonado por las tantas actividades que me toca enfrentar, pero aquí estoy de nuevo y trataré de estar con más regularidad.