jueves, 14 de abril de 2011

Tecnologías y relaciones familiares

Doctor ya no duermo, no hablo con la gente, no me concentro en el trabajo, he chocado cuatro veces, no levanto cabeza...parezco autista...Me río solo...¿Qué tengo Doctor?
Un BLACKBERRY



Recuerdo cuando era niña haber escuchado en innumerables oportunidades la frase “LA TELEVISIÓN SEPARA A LA FAMILIA”. Y es que a pesar de lo maravilloso que fue ese avance en la tecnología, que inicialmente concentraba a todos los miembros de la familia en una misma área, provocó que los integrantes no se hablaran por largos períodos de tiempo o que se disgustaran y hasta pelearan por no poder escuchar bien el programa de su interés o poseer el poder para la selección de éste. Estudios sociológicos y psicológicos fueron y vinieron pero en conclusión, ese aparato maravilloso que además de entretener mantenía informada a la población, se convirtió en una interferencia fuerte en las relaciones familiares.






Cuando el poder adquisitivo lo permitía la situación pasaba a ser de aislamiento total, pues cada quien en su cuarto podía ser dueño de su mundo televisivo y la situación se tornaba peor, ya ni las caras se veían para pelear por un programa u otro.
Luego aparecen los controles remotos y se añade un problema al uso del televisor, sobre todo en las parejas. Se convirtió en un sinónimo de mando dentro de la habitación y por supuesto de conflicto.

Amo la tecnología, creo que uno de los avances más maravillosos de estos tiempos es el mundo de internet y las comunicaciones, pero no deja de preocuparme las cosas negativas que pueden producir.






En mi memoria débil encuentro la llegada de los juegos de video (Atari, Nintendo, Sony Play Station, entre otros), otro talibán de las relaciones familiares. Los niños, jóvenes e incluso adultos pueden pasar horas y horas jugando en estos aparatos maravillosos cuyos diseñadores son dioses para mí. Crear imágenes tan reales en apariencia y movimientos es algo que no he podido entender. Estos aparatos, con sus diversas posibilidades de juego, tienen una incidencia innegable en el desarrollo de habilidades mentales y motrices, pero también crean un sedentarismo dañino y un aislamiento que tampoco colabora con la vida familiar.





Siguiendo con esta cronología de eventos dentro de la aparición de nuevas tecnologías y equipos para su disfrute, aparece el internet y sus diferentes opciones (chats, navegación, páginas para conocer amigos virtuales y hasta para hacer citas eróticas y sexo). Maravillosa herramienta, uno de los mejores avances de esta época. Pero también, si no se logra el equilibrio en su uso puede afectar la salud de niños, jóvenes y adultos y sus relaciones interpersonales. Crear una adicción a este mundo aleja de la realidad y de las más valiosas y maravillosas vivencias que cara a cara puede uno disfrutar del otro. El fanatismo en el uso de este medio, deja a parte de los miembros de la familia en una soledad que trae tristezas.



Llego ahora a lo más actual y extraordinario que disfruto en mis manos, el Blackberry y sus múltiples opciones. Realmente es un aparatico con un sistema conquistador, ahhh pero ¿cuánto tiempo y atención le resta al otro? Hoy como en otras cercanas situaciones, vi a un ser querido inmerso en la lectura de mensajes de Twitter en su BB, realidad que me hizo reflexionar. Esta misma persona en una oportunidad me llamó la atención por mostrarle, en el marco de una visita familiar, un mensaje que había llegado a mi celular pero que tenía relación con él. Me manifestó que no estaba acostumbrado a eso y que le parecía desagradable. Sin embargo, su atracción por este equipo y la información que en él puede manejar lo ha llevado a rendirse ante acciones más aislantes, al punto de no cumplir con las normas del buen oyente, las cuales pasaron desapercibidas gracias a la media luz del lugar y pasar largos períodods de tiempo, en diferentes momentos del día, inmerso en ese mundo.



Considero que este aparatico mágico es una bendición de esta época para las comunicaciones, pero tenemos que mantener un equilibrio sano en su uso para que no interfiera en la cotidianidad ni en las relaciones interpersonales.

Lo malo no es que exista la televisión, los juegos de video, el internet y los Blackberrys, lo dañino es irse a los EXTREMOS, en todos los aspectos de la vida éstos son malos. El equilibrio es lo que hace un estado armonioso en los seres humanos y en sus relaciones.